Hermanas de Nuestra Señora de La Salette

Recibimos el DECRETO que nos dio Roma el 19 de septiembre de 2022.

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Esta fecha fue precedida por diferentes caminos, estos caminos que nos permitieron ir más allá de las raíces de nuestra vida cristiana y de nuestra vida religiosa, que nuestra superiora general Elisabeth GUIBOUX de 2013 a 2022 llamó: Tiempo de refundación. Personalmente, en comunidad y en la Congregación fuimos conducidos, acompañados, ayudados a hacer este ejercicio de "caminar con vuestro Dios que os llama personalmente pero os pide que esta llamada se realice en forma de triple alianza: Yo, Dios y la Congregación". que he escogido realizar este llamado según sus reglas de Vida, su espiritualidad. Este tiempo era necesario: era un tiempo de gracia y de bendición. Nos dio el impulso como discípulos de la reconciliación, nos permitió verificar nuestra vocación, según el Espíritu de la Reconciliación.

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Este tiempo también nos permite, a pedido de Roma, ajustar nuestras Constituciones para usar las palabras teológicas y canónicas de hoy, para comprender las enseñanzas de la Iglesia a través de los textos principales del Dicasterio para la Vida Religiosa.

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En fin, este tiempo que se nos da para la profundización espiritual, un tiempo de ejercicio espiritual entre la llamada de Dios, nuestra vida humana, la Espiritualidad de la Reconciliación y lo que la Iglesia espera de nosotros. Un temps au Dieu renueva su alianza con su pueblo a través de nuestra vocación de misioneros de la Reconciliación en el corazón de nuestro mundo.

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Y el 27 de junio de 2022, fiesta de Santa Ana y San Joaquín, el Papa Francisco dio su asentimiento para que nos convirtiéramos en un Instituto de derecho pontificio. Con el Dicasterio hemos elegido la fecha del 19 de septiembre, con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de La Salette, para la proclamación oficial de este Decreto.

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El Decreto está ahí, pero la vida continúa, el tiempo de refundación continúa para que la vocación y la misión se consoliden y fortalezcan siempre.

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El tiempo de apropiarse de una vocación personal y Congregacional en las comunidades a donde son enviadas nuestras Hermanas encuentra siempre su actualidad para que, día tras día, el latido de la Reconciliación sea vida en cada uno, vida en comunidad y sea la vida para transmitir en la misión de cada Hermana y de todas las comunidades.

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Elegir en cada momento configurarnos a Cristo Salvador y Reconciliador y traducirlo a los 11 países donde estamos a través de diferentes misiones:

• En los diferentes santuarios

• En educación

• En el mundo de la salud

• En la promoción de la mujer

• En la pastoral de la Iglesia

• Al servicio de los refugiados y la interreligión.

 

Para vivir esto mejor, para que la fuerza de seguir adelante nos acompañe, pedimos siempre la oración de la Iglesia y la oración de ustedes que están leyendo este artículo.

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  ¿Y si Dios les da una señal para unirse a nosotros en el anuncio de la Buena Nueva de la Reconciliación? ¿Te niegas a posar con su mirada que se vuelve hacia ti?

 

Hermana Estelle, Superiora General de las Hermanas de Notre Dame de la Salette